La APCR entrega los Premios de Periodismo en el Día del Patrón
La Asociación de la Prensa de Ciudad Real ha entregado sus Premios de Periodismo coincidiendo con el día del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales. El Museo Manuel López Villaseñor sirvió, un año más, de escenario para la celebración del acto, que fue presentado por la periodista Rhodelinda Julián y al que asistieron representantes institucionales de la Diputación y del Ayuntamiento de la capital, la vicepresidenta Jacinta Monroy y el concejal de Cultura, Pedro Lozano, respectivamente.
El periodista Ignacio Ballesteros y el fotógrafo Pablo Lorente han sido este año los ganadores del Premio Silvia Fernández Pacheco, que patrocina la Diputación de Ciudad Real, y del Premio de Fotoperiodismo Manuel Herrera Piña que financia el consistorio ciudadrealeño. Momentos antes de hacer la entrega, tanto Monroy como Lozano ensalzaron la profesión periodística, la primera incidiendo en la dificultad que entraña trasladar a la sociedad una información objetiva y veraz en momentos de crisis y la responsabilidad que tienen en ese sentido los profesionales, mientras que el segundo reflexionó, entre otras cuestiones, sobre la dedicación que exige el ejercicio del periodismo todos los días del año. Lozano remarcó también la importancia que tiene el elemento gráfico profesional y trabajado en las informaciones.
Ignacio Ballesteros mostró su satisfacción antes de recoger el Premio Silvia Fernández Pacheco de manos de Jacinta Monroy porque, según dijo, a veces puede arañar minutos a la actualidad para poder escribir historias como la de Luis Perea, la que relata en el reportaje galardonado “Letras para el olvido”. Perea, natural de Socuéllamos y fallecido el pasado 16 de julio, es uno de los últimos supervivientes del campo de concentración nazi de Mauthausen. Ballesteros, tras expresar agradecimientos a su familia y a sus compañeros de La Tribuna de Ciudad Real, concluyó diciendo: “Recordad que sin libertad no hay periodismo y sin periodismo no hay democracia”.
Pablo Lorente, por su parte, antes de recoger el Premio de Fotoperiodismo que le entregó Lozano, dedicó a su familia, a sus compañeros, y especialmente a Ballesteros , con quien trabaja muy a menudo en la redacción de La Tribuna de Ciudad Real, el galardón. Lorente defendió trabajos como “La última lección del maestro”, fotografía que muestra a atleta de Puertollano Javier Bermejo tras ganar la medalla de plata en los Campeonatos de España de Alcobendas, el último de su carrera deportiva. Con su reflexión vino a decir que el fotoperiodismo precisa de conocimientos profesionales y de una visión que en resumen es mucho más que aplicar filtros a una imagen.
La periodista Mar Gómez Torrijos tomó la palabra en nombre de la Junta Gestora de la Asociación de la Prensa. Agradeció a la Diputación, a la Cámara de Comercio y al Ayuntamiento de Ciudad Real el patrocinio de los Premios, así como a Globalcaja que este año haya contribuido a la realización de los actos del día del patrón. Comentó también que el Premio de Periodismo Económico ha sido declarado desierto porque el único trabajo presentado no se trataba de un trabajo puramente económico. Quiso dejar claro, no obstante, que durante la reunión del jurado se puso de manifiesto la calidad periodística que acreditaba.
Hizo referencia a la situación de interinidad que existe en el seno de los órganos de Gobierno de la Asociación de la Prensa de Ciudad Real y se mostró segura de que “todos unidos” la sabrán resolver pronto con responsabilidad, y teniendo en cuenta todas las sensibilidades, con el objetivo de hacer más fuerte la Asociación de la Prensa de Ciudad Real.
“Nos lo debemos como profesionales y como colectivo que ha de apostar, con decisión y sin fisuras, por la defensa de nuestros intereses, que son también los de los ciudadanos que nos exigen independencia y honestidad, todo ello para hacer frente con más garantías a las injerencias que condicionan nuestro trabajo”, dijo antes de pedir a los asociados que no obvien lo que pasa y que reflexionen en lo sucesivo para abordar lo que están ocurriendo en el seno de la asociación y también en la profesión.
Tras la entrega de premios, los asistentes al acto tomaron un vino y a continuación algunos de los asociados participaron en la tradicional comida del patrón.